Paysandú
Se cumplen 145 años de la caída de Paysandú. Todo comenzó cuando Venancio Flores se alzara contra el gobierno constitucional de Bernardo Prudencio Berro -uno de los pocos Presidentes uruguayos a quien se debe reconocer con justicia la condición de estadista- quedando como último baluarte la ciudad que al mando del General Leandro Gómez, resistió un sitio de treinta y un días acosada por tierra y bombardeada por la flota brasileña.
Pésimamente contada, la historia registra este episodio de resistencia épica como un capítulo más de las guerras entre blancos y colorados, cuando lo que se jugaba en aquel entonces, era la Independencia nacional.
Por eso, lo que debiera ser una fecha patria, es recordada únicamente por el Partido Nacional, en cuya esencia está, naturalmente, lo que fuera el Partido Blanco.
Blanco fue Berro, blanco era Leandro Gómez, blancos eran los Píriz, los Braga, los Raña, los Azambuya, los Estomba, los hermanos Ribero, que como tantos otros se inmolaron en la desigual contienda, en la cual las fuerzas de Flores y los brasileños, contaron con la hipócrita complicidad de Mitre.
La consigna de aquellos mártires, fue la de "Independencia o muerte", y al final la opción fue la muerte para los verdaderos hombres de honor que se inmolaron sin otro motivo que el de defender a su patria.
Pasa el tiempo, y el recuerdo se reitera año tras año.
Y el tiempo que da relieve a lo que pareciendo leyenda fue realidad, agrava la injusticia y la mezquindad no considerar esta fecha como uno de los más emblemático días en la lucha por la independencia del país, por encima de colores políticos actuales.